Wikidebates:Puntos de partida del proyecto
Todos y todas estamos condicionados/as por una determinada educación, una cierta socialización. El impacto de nuestro entorno sobre nuestras ideas, desde el medio familiar, profesional, hasta el entorno social, es innegable. Frecuentemente somos simples “repetidores” de las opiniones que hemos hecho nuestras, pero que en realidad son solo las de los medios que atravesamos.
Con todo, el abanico de opiniones existentes es inmensamente más amplio de lo que pensamos. Entonces, ¿en qué nuestras opiniones serían mejores, o mejor fundadas que aquellas pertenecientes a personas con las cuales no estamos de acuerdo? Del mismo modo, ¿cómo podríamos tener una opinión informada y verdaderamente reflexiva sobre un tema determinado? En la vida diaria, numerosos son los obstáculos frente al desarrollo de eso que llamamos pensamiento libre.
En primer lugar, cabe señalar que, lamentablemente, los momentos de intercambios propicios a la elaboración de una opinión crítica, los momentos de verdaderos debates, son sumamente raros. Habitualmente, los “debates” se resumen en peleas de egos donde todos los estratagemas son adecuados para posicionarse sobre los otros. Donde la retórica triunfa sobre los argumentos, donde la emoción prima sobre las ideas, donde se prefiere el espectáculo por sobre la información. Sólo hay que pensar en los supuestos debates televisivos para comprender a qué punto el debate se encuentra comúnmente reducido a una justa verbal de guerreros, quienes, por medio de ataques personales, buscan sobre todo derribar a sus adversarios.
Porque a menudo discutir conlleva a una verdadera disputa, solemos pensar que “sobre gustos y colores no se discute”. Y, de hecho, por miedo al conflicto, por miedo a equivocarse o por simple facilidad, frecuentemente tendemos a evitar la confrontación. Ya sea aparentando la discusión, es decir, organizándola como una seguida de intervenciones sin interacción, como una yuxtaposición de monólogos, es decir, como un diálogo de sordos; o ya sea, no incorporando en nuestra argumentación las objeciones adversas u opuestas a ésta, como las críticas a las ideas que defendemos, las cuales estamos obligados a responder, aunque sólo sea para fingir tener razón.
Entre estas presentaciones tendenciosas, acríticas, el miedo al debate y los simulacros de confrontación de ideas, la formación de opiniones críticas y reflexivas tiene poco espacio en la sociedad y finalmente es dejada. Incluso los recursos y dispositivos de vocación crítica existentes – libros, publicaciones, videos, conferencias ciudadanas, campañas de información, sitios de internet, foros de discusión en línea, etcétera – se encuentran generalmente marcados por los sesgos señalados anteriormente.
Es por ello que hoy en día parece esencial, con el desarrollo de internet y la posibilidad dada por los hipervínculos de poder profundizar una información, de poner en marcha un espacio virtual de confrontación de opiniones, haciendo figurar – por cada una de entre ellas – las razones que las fundamentan y las objeciones que le hacen frente. De este modo, tendremos entonces una herramienta, un recurso que nos entrega la posibilidad de formarse, sin grandes dificultades, opiniones racionalmente fundadas, es decir, fundadas en buen conocimiento de los argumentos que pueden justificarlas. Wikidebates es una tentativa de respuesta a esta constatación.
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